Importancia de un proceso terapéutico bajo las condiciones en las que estamos viviendo
Es necesario reforzar la idea de que la psicoterapia no es únicamente para los momentos en los que nos encontramos aproblemados o cuando nuestra mente y/o cuerpo se están manifestando a través de síntomas. Si no, también puede utilizarse como un proceso de autoconocimiento, clarificación, mejorar en aspectos como por ejemplo la asertividad, poniendo en palabras nuestro mundo interno.
Desde ahí, y bajo el contexto contingente del encierro, podemos darnos cuenta que los problemas cotidianos y los no tan cotidianos, se van acentuando con la posibilidad reducida o limitada de recurrir a los mecanismos habituales de “desahogo”, como podría ser salir a correr, juntarse con amigos en algún lugar, visitar a algún familiar, etc.
Además, es esperable que, permaneciendo varios días en un mismo lugar, con una disminución en los niveles de vitamina D debido a la falta de luz solar en nuestros organismos, adaptándonos a rutinas de movilidad más reducidas, puedan aparecer síntomas como la ansiedad, temor, incertidumbre, depresiones, fobias, obsesiones, situaciones de violencia intrafamiliar, cambios en hábitos alimenticios, alteraciones en el sueño, etc.
Por otro lado, la inactividad puede dar cabida a pensamientos sobre analíticos o rumiantes, dándole vueltas sin parar a aquellas cosas que nos preocupan.
Finalmente, pueden aparecer síntomas psicosomáticos, como dolores en diferentes partes del cuerpo, dejar de sentir ciertas partes del cuerpo, entre otras.
Es por todo lo anterior, que puede ser necesario un proceso terapéutico bajo las condiciones que estamos viviendo hoy en día.
Psicóloga Andrea Aburto Kramp